El peso muerto es un ejercicio central en el entrenamiento de fuerza, pero la forma en que se agarra la barra influye de manera determinante en la seguridad y el equilibrio del movimiento. Aunque el agarre mixto —una mano en pronación y la otra en supinación— puede permitir levantar cargas más elevadas, su uso habitual genera desequilibrios musculares y aumenta el riesgo de lesiones.
Riesgos asociados al agarre mixto
El principal problema del agarre mixto es la asimetría que impone al cuerpo. Al utilizar una mano en supinación, el hombro se posiciona de forma vulnerable, lo que conlleva varios inconvenientes:
- Desbalance Muscular:
La activación desigual de los músculos impide una distribución uniforme de la carga, dificultando el desarrollo equilibrado de la fuerza. - Tensión Excesiva en Estructuras Críticas:
La postura forzada incrementa la tensión en el tendón del bíceps y en las articulaciones del hombro, lo que, con el tiempo, puede derivar en lesiones. - Compensaciones Ineficientes:
La aparente ventaja para alcanzar mayores cargas se basa en compensaciones que, a largo plazo, limitan el progreso y comprometen la integridad del músculo y las articulaciones.
El mito de la carga máxima
Si bien se argumenta que el agarre mixto es esencial para levantar pesos máximos, es importante distinguir entre el entorno competitivo y la rutina de entrenamiento diario. Emplearlo de forma constante establece patrones de compensación que dificultan el fortalecimiento integral y la corrección de asimetrías, favoreciendo el desarrollo de “eslabones débiles” en la cadena de fuerza corporal.
Alternativa: Agarre doble en pronación
Una opción más equilibrada es el agarre doble en pronación. Al utilizar ambas manos en la misma posición, se favorece una distribución uniforme de la carga, lo que reduce la tensión concentrada en un solo lado y promueve el desarrollo de una fuerza genuina. Este método simplifica la técnica y evita las compensaciones que caracterizan al agarre mixto.
Conclusión
El uso constante del agarre mixto en el peso muerto puede ofrecer beneficios momentáneos en la carga levantada, pero a largo plazo implica riesgos significativos, como desbalances musculares y posibles lesiones. Priorizar un método que favorezca la simetría contribuye a un desarrollo más seguro y sostenible. Una técnica depurada es clave para progresar en fuerza sin comprometer la salud articular, permitiendo alcanzar un rendimiento óptimo a lo largo del tiempo.